La Iglesia latinoamericana y una comunicación que nunca fue neutra

Dra. Nuin

En América Latina y El Caribe «la comunicación nunca se llamó o consideró neutra, siempre tomó las tonalidades de la vida de la sociedad latinoamericana», señaló la Secretaria Ejecutiva del Departamento de Comunicación del CELAM, Dra. Susana Nuin, al intervenir en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, que se cumplió del 19 al 21 de septiembre último, en Roma.

Radio Evangelización

Según explicó, en América Latina la comunicación se ha vinculado «con la política, con la economía, con los derechos humanos. Y desde la Iglesia, ese no ser neutra la puso en relación a la promoción humana, a la defensa de la dignidad de la persona y las comunidades, en relación al desarrollo integral de la persona y los pueblos».
Consideró que este estilo de comunicación de la iglesia católica ha cumplido «un papel central, al punto de generar un potente movimiento típicamente latinoamericano denominado: comunicación alternativa o bien comunicación comunitaria».
Susana Nuin remarcó que durante los 57 años de existencia del CELAM la comunicación en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por ser «un semillero de ideas, propuestas, proyectos, programas, de alto compromiso evangelizador», como las radioemisoras al servicio de la persona, particularmente del «del mundo rural, con una clara decisión de alfabetizar, como camino a la vida digna», que según dijo «son un ejemplo». «Basta pensar la red de radios de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica 400 radios vinculadas – ALER nacida de semillas sembradas por la Iglesia, la red Monseñor Leonidas Proaño funda en 1962: Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador (ERPE), un proyecto de radio-escuela. INCUPO, Instituto de Cultura Popular en Argentina, la red Fe y Alegría en el ámbito de la educación, hasta en la actualidad una importante cantidad de radios que ligan el continente», explicó.
De igual manera destacó la importancia de los «centros de comunicación, de comunicación alternativa o comunitaria», que se han multiplicado y que son «expresiones de un estilo de comunicación popular capaz de desafiarse en el accionar en las periferias humanas y geográficas».
Así también dijo que en ese camino el aporte de la Iglesia Latinoamericana a la comunicación ha sido importante en el desarrollo de la teoría y la praxis de la comunicación a través de varios autores, teóricos y académicos que «bebiendo de la luz de la Iglesia en América Latina y El Caribe, de sus cinco Conferencias Continentales, auspiciados, y convocados en infinidad de congresos, cursos, talleres, laboratorios, desarrollaron en estos 50 años de trabajo importantes líneas del pensamiento latinoamericano sea en el orden de las Ciencias de la Comunicación como Pasquali (Venezuela) en el orden de una comunicación trascendente, como Kaplún (Uruguay) en relación a la comunicación popular, como la comunicación organizacional de Ramiro Beltrán (Bolivia), o la comunicación rural de Diaz Bordenave (Paraguay). Y en materia de educación para la comunicación denominada Edu-Comunicación, muchos han sido en estos años los maestros entre ellos Fuenzalida (Chile), también se trabajó la lectura crítica de la imagen con un Guillermo Orozco (México), Regina Festa en (Brasil), Daniel Prieto Castillo (Argentina) en el tema de la Planificación, Rosana Reguillo (México) en su trabajo sobre el derecho a la comunicación, Javier Darío Restrepo (Colombia) un profundo investigador de la ética comunicativa».
Para Susana Nuin, otro de los aportes de la Iglesia Latinoamericana en el ámbito de la comunicación ha sido el trabajo en redes de prensa escrita, o centros como La Crujía (Argentina), redes de radios «redes de comunicadores católicos, redes de estudiosos y creativos de la imagen, redes de televisoras como en el caso de los diez importantes canales de Brasil. Muchas redes atraviesan el continente, son de origen católico, se unen para poder aportar más a la sociedad, es una realidad que han surgido para potenciar el trabajo conjunto, el caminar juntos, el poder ofrecer realidades nuevas a las sociedades donde viven y operan».
En este campo destacó iniciativas como la Red Informática de la Iglesia en América Latina, la Red de Universidades UNIRED, la experiencia de SERTAL (Servicio Radio-Televisivo de la Iglesia en América Latina).
«También significativo ha sido el accionar de OCLACC actualmente SIGNIS América Latina y El Caribe, con representación en cada país, y cuyo trabajo por el derecho a la comunicación en el continente es permanente, inclusive en diálogo con el CELAM, al mismo tiempo que ha llevado adelante el anuncio, no ha dejado de denunciar la realidad ante la cual se encuentran comunicadores y periodistas amenazados y ultrajados», relató Susana Nuin.

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